30 julio, 2004

Publicidad psicológica

Hay muchas técnicas para hacer publicidad en televisión. A veces crean ambientes especiales, o llaman la atención de manera tosca o hacen juegos de palabras difíciles de digerir. Muchos anuncios resultan bastante cargantes y consiguen que a uno le entren ganas de pegarle una leche al locutor.

He visto recientemente dos anuncios muy simples. El primero, de una conocida petrolera, decia constantemente «si, no, si, no». En el otro salía Fernando Alonso diciendo «los que saben, los que no saben, los que...».

Analicemos estos anuncios en profundidad...

  1. La «Compañía Española de Petroleros Sociedad Anonima» muestra en su anuncio imágenes de coches más limpios («sí») y sucios («no»), motos nuevas («sí») y viejas («no»), etc, queriendo decir que lo nuevo y limpio es conveniente. ¡Pues no solo eso! No es casualidad que en todas las imágenes en las que aparecen objetos de color rojo dice «sí» y en las que dice «no» no predomina ningún color. Ni por supuesto es casualidad que esta petrolera es la única cuya identidad comercial se basa en el color rojo, ni que en la última imagen muestre una estación de servicio de este color y diga el último «cepsa, sí».
    A toda persona que no le guste que le laven el cerebro (al menos de una manera tan descarada) le debe de producir auténticos salpullidos mentales.
  2. El otro anuncio, algo más gracioso, lo narra Fernando Alonso y sigue la misma línea: «Hay quien corre conmigo y quien corre contra mi, los que saben y los que no saben, ...». Se juega con la imagen del conductor contra una serie de pardillos que aparecen en la parte derecha de la pantalla. Al final, como no, aparece la compañía de telefonía que anuncia y la frase «los que saben...» dejando abierto el final, pero está claro que los que no saben deben de ser la competencia.

En fin, como salía en aquel capítulo de los Simpsons un tipo le dice a Homer: «¿Sabe ese anuncio en el que dos voces gritan repetidamente la marca que se anuncia? Lo inventé yo». A lo que Homer le responde con un puñetazo, y el le contesta que está acostumbrado. ¡Ah! si yo pillara al que hizo los anuncios...