El origami del pollo de Burger King
Ahora Burrikín ha sacado unas tiras de pollo frito que «se cree una patata frita». Las he probado y están normal, pero no voy a convertir esto en un blog culinario, voy a hablar del mantel.
El mantel es un elemento más de marketing, y como tal su objetivo es crear una ilusión (algunos dirían que un engaño) para el cliente. Aparecen unas instrucciones de papiroflexia (origami) para crear un gallo, muy bonitas, pero ¡están mal!.
Para empezar los dibujos de los pasos a seguir están desordenados: la figura 1 es el pollo terminado, y la figura 8 es el papel a medio doblar. Por otra parte, aunque consiguieramos ordenarlos no se entiende nada.
El marketinista de turno no sabía de papiroflexia, y el diseño parece una mala copia de este otro de Patricia Gallo, el cual también está un poco enrevesado.
Por mi parte tengo cierto manejo con el origami (entre otras cosas por una vieja leyenda que dice que si haces 1000 tórtolas de papel te vuelves invencible), así que tras un buen rato dándole vueltas me hice mi propio pollo que «se cree un periódico». Lo más difícil es que se tenga en pie el jodío.
Aquí otro pollo terminado.
Por cierto, la caja donde te sirven el pollo tiene un compartimento para sujetar la tarrina de salsa. La caja es asimétrica y está inclinada, de por sí, hacia el lado de la salsa, que además pesa y se acaba volcando todo hacia atrás.
Conclusión: el producto es un pollo rebozado y frito de toda la vida. El mantel se lo podrían haber currado más.