Ponga un Panda Rojo (Firefox) en su vida
Yendo por esos caminos perdidos fui a parar a casa de un individuo, de cuyo nombre no puedo acordarme a mirar un ordenador. En la habitación del susodicho me encuentro una cama y sobre ella...
- Anda, ¡un panda rojo! ¿Qué, te mola Firefox?
- Je, vaya, que cosas, estos peluches... ¿un qué?
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